UNA VIDA DEDICADA A LA MUSICA
En nuestra ciudad no solo se practican actividades relacionadas al invierno, sino otras que también son muy gratificantes. Por ello, en esta oportunidad tuvimos el placer de dialogar, en exclusivo, con Favio Barbieri, músico y profesor, quien además de haberse capacitado intensamente, pertenece al mundo de la música desde muy chico lo que lo llevó a querer formar y comunicar toda su sabiduría a sus alumnos y personas que lo siguen desde sus inicios.
Podrá contarnos brevemente cómo comenzó su relación con la música?, ¿desde chico le interesó?
F.B.: Desde chico veía a familiares y me gustaba. Un día le pedí una guitarra a mis padres, me la compraron a los 6 años, desde ese momento arranqué hasta hoy, que tengo 32 años, cantaba y tocaba.
Dentro de la música, en qué rama se fue desarrollando (cantante, músico, productor).
F.B.: Siempre fui músico desde la guitarra y el canto y me perfeccioné desde la experiencia con músicos, en el Polivalente de Arte de Ushuaia y en la Escuela Popular de Música de Avellaneda (EMPA). Luego de unos años empecé a enseñar música en varios niveles y me fui preparando como productor.
Si tuviera que definirnos la música desde sus años de trayectoria y preparación en dicha temática, ¿cómo lo haría?
F.B.: Para mí la música es un canal que permitió mi conexión con muchas personas. Me hizo pensar en las personas, me hizo desarrollar mi mundo interno, pero siempre pensando en aportar, o terminé aportando desde niño sin saberlo, pero sí experimenté que el compartir siempre nos hace bien. Definiría a la música como una capacidad que se hace evidente en los sonidos y en el modo de comunicar desde uno, dejando que las personas que conocemos también nos aporten a nuestro diario vivir.
Sabemos de su largo camino en este arte, podría comentarnos a qué se dedica actualmente.
F.B.: Actualmente soy fundador de una escuela propia, un espacio para educar en la música de manera personalizada. También abrí un estudio de grabación que pretende aportar herramientas de producción musical a los músicos y artistas que lo deseen. Soy además de docente, músico, y sigo como artista realizando presentaciones con el fin de unir y contribuir a las buenas causas. También soy parte de una fundación llamada Mejor es Dar, que se encarga de ayudar a las personas que lo necesitan, sobre todo a las familias. Actualmente soy miembro del comité Ejecutivo de la Editora de Tierra del Fuego que responde al Gobierno de la Provincia de TDF, en el área de la música, desde hace cinco años estoy contribuyendo a que se puedan editar los trabajos de los artistas.
De entre los diferentes roles que fue experimentando a lo largo de estos años a través de la música, recuerda cuál fue el que más le gustó.
F.B.: Me gustó ser arreglador musical, es un desafío. También me gustó el rol de músico profesional, y sobre todo la composición musical de mis propias canciones. Todas estas experiencias las fui utilizando como herramientas para mis estudiantes en la docencia.
Para ir concluyendo nos gustaría que nos cuente cuáles son sus proyectos y si ya está realizando algunos.
F.B.: Tenía el proyecto de abrir una escuela que pudiera dar soluciones a tantas personas en el ámbito de la música, y hace dos años, después de varias inversiones, lo pudimos concretar. Hoy miro hacia adelante y veo más personas que nos elijen para aprender y a la vez los veo crecer. También veo más profesores que nos acompañan en la tarea de educar de una manera integral, no solo en contenidos musicales, sino en otros que hacen del aprendizaje algo que trasciende. Existe la intención de expandir la idea de producción musical, que nuestro estudio de grabación crezca para ofrecer mejor servicio, dar clínicas para transmitir conocimientos y esto requiere poder editar nuestro propio material para la enseñanza y el aprendizaje. Como artista me interesa seguir componiendo y grabando para compartir mi música con el mundo y también hacerlo en vivo.
Por último y agradeciéndole por su tiempo, ¿qué mensaje le gustaría dejar a aquellas personas que lean esta nota?
F.B.: Decirles que a través de las oportunidades que tenemos en esta vida cada uno pueda dar en el blanco. Esto quiere decir que concreten y materialicen los pensamientos y las acciones que hagan que su potencial, su propio motivo de existir, se vea reflejado y trascienda en este mundo.
