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AL FILO DEL FIN DEL MUNDO

Si la creatividad y el arte se unen aparecen obras maravillosas como los cuchillos artesanales realizados por Daniel Reche, piezas que, no solo demuestran que cuando hay ganas se puede, sino que logran representar a nuestra ciudad en cada rinconcito del mundo en el que vivimos, a través de piezas 100% hechas en la provincia de Tierra del Fuego.


Cuéntenos, ¿cómo nació Forjas Darre?

D.R.: Por casualidad. Desde joven padecí de un deseo incontenible hacia la creatividad, no hace mucho (2007) pude canalizarla a través de la producción de cuchillos, hachas, sacacorchos y demás yerbas, pues creo que no hay límites para ella. Pero hubo un disparador con nombre y apellido, una afección psicosomática contraída por el stress.


Ahora estoy en pleno tratamiento porque lo que hago me provoca distress. También mi preparación académica de base: metalografía, termodinámica, resistencia de materiales, química y mi experiencia de a bordo me brindó cierta tranquilidad al momento de encarar el desafío y al presentarse algún imponderable. Trato de comprender que uno no es solo, hay que ir a las casas y talleres de otros artesanos, no importa su especialidad, escucho con fruición a la gente de tradición rural, me apoyo en muchos otros colegas para mantenerme actualizado sobre funcionalidad y diseños concurriendo a muestras nacionales e internacionales como cuando tuve la suerte de poder concurrir a la empresa Randall Knives en Orlando.

¿Los cuchillos que realiza son enteramente artesanales?

D.R.: Hago todas las piezas en forma artesanal y personalmente con máquinas de propia confección, y nunca pienso ni digo que confecciono cuchillos, hachas o sacacorchos, simplemente hago herramientas de uso diario con estética y estilo. Pienso en su utilidad y asimismo en su diseño, amalgamando forma y contenido.


Sabemos que todos los cuchillos son realizados en la ciudad, ¿qué se siente saber que sus obras llegan a otros países?

D.R.: Hoy mis piezas dieron la vuelta al mundo, incluso el continente antártico es testigo de mis cuchillos, están llegando a través del turismo internacional a rincones de antigua tradición cuchillera como España, Francia e Italia (nadie es profeta en su tierra), y de moda, como Estados Unidos y Canadá. El mercado local no se queda atrás, aunque menguado por la inestabilidad económica financiera, el público provincial ya me conoce y ha adoptado en gran medida recurrir a mis cuchillos para obsequio y colección entre los fanáticos. El resto de las provincias también aprecia mi producción, teniendo el honor de llegar a los mercados de gran tradición cuchillera como Entre Ríos, La Pampa, Santa Fe, Mendoza, Salta y provincia de Buenos Aires.


Si tuviera que definir a Forjas Darre, ¿cómo lo haría?

D.R.: No se podría definir a Forjas Darre fuera de un ámbito casi dogmático y doctrinario. Gracias al contacto con mis clientes entendí que el cuchillo es la bijouterie del varón, y en este criterio me mantuve, logrando que el usuario sienta que también se está luciendo con su posesión, además de constituir una herramienta de utilidad. Lo metafísico me guía en el diseño y la confección. En mis piezas se evidencia una simbiosis cuyos componentes son de origen natural e industrial (metales provenientes de la actividad industrial, y del transporte terrestre y marítimo, como limas, llaves, elásticos de camiones, discos de arados, cables de acero del puerto, asimismo maderas y astas de ciervo de nuestra fitozoogeografía insular. Nada escapa, pues mi lema de base es el de las tres RRR: Reciclado, Reutilización, Reducción. Las erres que están presentes en mi marca registrada en el INPI: Forjas Darre (acrónimo de mi nombre y apellido, Daniel Reche)

¿Su producción está orientada al turismo o al público general?

D.R.: Las piezas están orientadas al gusto de cada cliente; por eso, mi producción es infinitamente ecléctica, como mi taller construido en un estilo combinado de antiguo poblador con suburbio ferroviario y barriendo un abanico de estilos y épocas volcados a los cuchillos, trato de que lo propiamente artesanal se refleje en toda la pieza. Esto es lo que atrae a la clientela fundamentalmente internacional, pues en sus países de origen lo telúrico y artesanal está desapareciendo. No faltan los aceros de alto carbono, inoxidables y de damasco, estos últimos los más costosos de confeccionar pues lleva cada hoja la combinación de distintos tipos de aceros, su valor es proporcional. Todavía recibo fotos de los clientes turistas con mis cuchillos en sus lugares de origen, imágenes de mis cuchillos en sus casas, en un monumento histórico, en sus playas, en sus montañas, con sus familiares, en sus cocinas.


Nos encontramos cercanos al Día del Padre, ¿se puede encargar y personalizar alguna pieza?, ¿cuenta con stock?

D.R.: Ningún padre de la Provincia podrá quedarse sin su cuchillo, hacha o sacacorcho, pues vengo formando stock desde hace meses para estos eventos y para la feria artesanal Paseo de los Artesanos Enriqueta Gastelumendi, al que retomo todos los años a partir del aniversario de Ushuaia hasta marzo del año siguiente. Entonces, nuestros queridos padres no podrán quedarse sin su regalo.


Para ir concluyendo, ¿qué objetivos tiene Forjas Darre para este 2019?

D.R.: Si bien considero que la marca está posicionada, me encantaría, y creo que lo estoy logrando, terminar de abarcar el mercado local, pues noto que, como nadie es profeta en su tierra, hay una tendencia a pensar que lo de afuera es lo mejor… y no saben lo que se están perdiendo. Mi otro sueño, la docencia, tendrá que esperar porque estando solo en estos menesteres la tengo postergada entre mi taller, las ferias, muestras y exposiciones.


Por último, y agradeciéndole su tiempo, ¿qué mensaje dejaría a aquellas personas que leen esta nota?

D.R.: Mi tiempo también es de y para ustedes, quienes ayudan a la difusión de los artistas locales, con las dificultades propias de un país donde aún se consume escasa cultura. Sepan los fueguinos que encontrarán en mí un apasionado por lo que hace y que cada vez que se vende una pieza siente que se le va un hijo. La venta es necesaria solo para realimentar y mantener viva la tradición de la cuchillería artesanal en la Isla.


Es un placer atender todos los pedidos, me encanta recuperar y poner en valor cuchillos de herencia de mis clientes, su afilado y siempre dentro de mi estilo las customizaciones o personalización de piezas por encargo. A los jóvenes emprendedores y no tanto, mi humilde consejo de lo vivenciado: acérquense a los foros nacionales e internacionales para aprender oficios, yo lo hice como autodidacta y aquí me tienen, hoy la antigua Biblioteca de Alejandría está en la web.


Por Fernanda Tavarone

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