Colocar las claras en el bol donde las vayamos a batir, y dejar reposar a temperatura ambiente durante treinta minutos. Precalentar el horno a 180 °C.

Batir las claras durante un minuto hasta que estén espumosas. Incorporar el cremor tártaro, la sal y el jugo de limón. Continuar batiendo durante al menos dos o tres minutos más, hasta que al retirar el batidor se formen picos.

Aumentar la velocidad de la batidora y añadir el azúcar, poco a poco, para asegurarnos que se disuelva por completo. Batir a velocidad alta hasta que se formen picos brillantes. Incorporar la vainilla y seguir batiendo hasta que esté bien integrada.

Por último, añadir la harina en dos adiciones, con movimientos envolventes y rápidos de espátula. Volcar en el molde sin enmantecar.

Con una espátula nivelar la superficie e introducir en la zona central del horno y sobre la rejilla. Hornear durante treinta, cuarenta minutos. Sacar del horno y poner inmediatamente boca abajo, durante una hora y media.

Luego de este tiempo, pasar un cuchillo alrededor de todo el molde para despegarlo y volcar sobre una rejilla. Con la ayuda del cuchillo, separar de la base y retirar. ¡A disfrutar!